Cuando escucho la frase: “ya está la magia de Disfrutar el Mar (DEM)”, no puedo evitar sonreír. Me siento tranquila y sé que todo está fluyendo.
Disfrutar el Mar es una asociación sin ánimo de lucro que fundamos en 2010.
Inicialmente, comenzamos un proyecto piloto con tres niños con condiciones del espectro autista de diferentes edades y necesidades.
Cómo ha empezado todo
El mar y la playa siempre me han parecido espacios llenos de posibilidades para enriquecer el desarrollo de los niños, incluso para aprovecharlos terapéuticamente. Paralelamente, me di cuenta de la escasa oferta de actividades lúdico-deportivas para niños con desafíos en el desarrollo. De ahí surgió la idea de crear este proyecto, que no solo tiene el potencial de fomentar el desarrollo, sino que también posibilita la participación en la comunidad a través del deporte y la diversión. Lo bautizamos “Disfrutar el Mar” y, hasta el día de hoy, sigo pensando que expresa perfectamente lo que representa.
En los meses previos al inicio de las clases, no dejamos de pensar en lo que cada miembro de DEM necesita para estar seguro y disfrutar. Cada año surgen nuevas reflexiones, impresiones e ideas sobre cómo modificar, adaptar y hacer que todo fluya.
El papel de la formación en DEM
Las formaciones del equipo juegan un papel fundamental en este proceso y nunca son iguales de un año a otro, ya que incorporamos las modificaciones y las aportaciones de los colaboradores.
Me encanta preparar las formaciones. A veces, es difícil elegir hacia dónde enfocarlas, ya que las necesidades varían; aun así, siempre fluyen. Una de las razones es el firme fundamento de valores y la filosofía que tiene DEM, sobre los cuales se basa todo y en los que no variamos de ninguna forma.
Este año, hemos puesto especial énfasis en el rol del encargado de agua. Realizamos un taller para los coordinadores y encargados de agua, donde, de manera vivencial, recogimos la percepción de cada uno para evaluar “dónde estamos ahora mismo y hacia dónde queremos ir”.
Me fascina colaborar con un equipo tan comprometido y dedicado a seguir este camino de crecimiento común. Ningún año es igual al anterior, no solo porque cambian los monitores y participantes, sino también porque de cada año aprendemos algo nuevo para el siguiente.
Para poder realizar las clases con seguridad, teniendo en cuenta las necesidades de cada uno y asegurando que puedan disfrutar a su manera, hemos creado un marco que lo permite, dejando un espacio flexible donde cada grupo crea su propio flujo.
Cuando alguien dijo por primera vez que lo que surge en DEM es como “magia”, esa expresión se quedó. Me parece la forma más hermosa de expresar lo que cada uno y el equipo en su conjunto viven durante estos cuatro días.